"Para que las Organizaciones puedan innovar
Antes tienen que aprender"
Las organizaciones educativas son centros de formación para el desarrollo de la personalidad de los seres humanos, debido a esto, la educación enfrenta retos que la llevan a asumirse como promotora de cambio y de transformación social, lo cual fortalece su misión de cara a las nuevas demandas de la sociedad a la que se debe.
En este sentido, se requiere que estas organizaciones mantengan una cultura organizacional que garantice el aprendizaje y su adaptación a los cambios, convirtiéndose en Organizaciones inteligentes capaz de crear, desarrollar, difundir y explotar el conocimiento para incrementar su capacidad innovadora y competitiva, que sean capaces de aprender y transformar la información en conocimiento mediante procesos de aprendizaje dirigido, incrementando la calidad de la enseñanza, de manera sólida y autónoma.
El aprendizaje organizacional se presenta como un requisito para el cambio las organizaciones educativas. Si no hay aprendizaje no puede haber innovación. El aprendizaje requiere la necesaria toma de distancia sobre las prácticas y rutinas que caracterizan los centros educativos. Es una forma de reinventar nuestras escuelas.
Son múltiples las debilidades, necesidades demandas que las Organizaciones Educativas, presentan hoy en día, referente al tema de la Organización, muchos directivos saben las causas que generan la desorganización dentro de ellos, pero pocos son aquellos que se detienen para hacer un planteamiento de análisis y solución en el desarrollo y cambio de las instituciones.
Como Gestores de los Procesos Educativos, se requiere construir organizaciones donde las personas expandan continuamente su aptitud para comprender la realidad, clarificar la visión y mejorar los modelos mentales compartidos, es decir, ser responsables de su aprendizaje, desarrollando capacidades de aprendizaje que les permitan capitalizar el conocimiento, con una apertura al aprendizaje y a la innovación las organizaciones abiertas al aprendizaje capaces de encarar y resolver sistemáticamente problemas; aprender a partir de la propia experiencia y cuestionarla; recuperar experiencias de otros; originar conocimiento y trasladarlo a sus prácticas. Pero solo será posible de acuerdo a la importancia que gestores le den a la misma de abrir las organizaciones al aprendizaje. Por último es necesario insistir sobre que esto no es suficiente se requiere en una segunda instancia generar los espacios para el acompañamiento de los cambios y aprendizajes, para que estos se concreten y se trasladen a las formas de trabajar.
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